Casa  del Sacristán

 

 

 

 

Plaza de la Catedral, 4

ASTORGA

24700 León - Spain

El organismo de Piter Kill no soportaba la exposición directa a la luz del sol, pues quemaba su fina piel pálida que se ennegrecía, se desprendía y caía como ceniza (así perdió la nariz); dañaba su mente y alteraba su temperamento. Por ello, este ser albino, fotosensible, crepuscular, se obligaba a vivir encerrado en las sombras, vagando en la noche.

Para poder llevar a cabo su cometido perfeccionó el modelo del maestro Athanasius Kircher transformando su aposento en una gran 'cámara obscura': cerró ventanas, selló rendijas y fisuras, y a las paredes encaladas de la estancia sumó el blanco inmaculado de sábanas y almohadones con los que revistió techos y puertas. Desmontó la cama, retiró muebles, cuadros, cortinas y alfombras,... y en la sala vacía a un único rayo de luz se le permitía la entrada, y con él a la porción de mundo que iluminaba y a la vida que contenía.

Penetraba de este modo el exterior en la habitación a oscuras por un mínimo orificio: rebotando la luz contra la fachada en construcción de la Catedral cercana, su imagen se recomponía y dentro aparecía entera reflejada, invertida, sobre las paredes; y la agitación de afuera era reproducida con exactitud en el interior en esa mágica atmósfera vacía. Imágenes trémulas, vacilantes, casi fantasmales flotando sobre las superficies claras de la estancia: formas y colores evanescentes tiñendo la materia corpuscular de la luz

Así, sin ser visto, durante años supervisó las obras del templo y contempló la vida de sus semejantes. Recluido como un ermitaño en su cueva, vigilaba el curso de las estaciones y anotaba sus infinitas variaciones, las luces y las sombras cambiantes de los días y el vuelo y la forma de las nubes. Sobre la sinestesia, instruyó a escultores y tallistas en los efectos lumínicos en los relieves equiparándolos con los tonos musicales del órgano; a los arquitectos sobre los colores de la piedra. Se cree ordenó desplazar ligeramente hacia el oeste el cuerpo central de la fachada barroca de la Catedral para que la luz dorada y sesgada del poniente avivara el primoroso retablo de piedra del portón en los solsticios y equinoccios.

el mundo al revés

 

De nada sirvió a Maese Kill prohibir ser molestado mientras trabajaba: alguna vez le vieron colgado cabeza abajo, como un murciélago, en medio de la sala a oscuras, casi sepulcral todo él ataviado de blanco hasta la cabeza, como envuelto en una mortaja; y le creyeron un muerto viviente, un 'vampiro' en trato con el diablo, como Fausto y tantos mas.

Cuando al fin se procuró grandes espejos venecianos para 'enderezar' la imagen de la Catedral proyectada en la cámara oscura, y pudo trabajar de pie y mostrar sus avances a los miembros del capítulo y autoridades, ya era tarde: la fama de nigromante se había extendido casi tanto como el recelo que a todos inspiraban sus costumbres, sus maneras, su aspecto mismo. Se convirtió en la 'comidilla' de la ciudad; sospechaban de él y le adjudicaron lo imposible, hasta volar: incontables anécdotas lo situaban en todos los lugares, en todas las épocas, siempre allí donde algo anómalo y perverso ocurriera.

 

Imagen: Daniel Arsham